El lunes 28 de abril de 2025, la ciudad de Albacete experimentó un apagón generalizado que se extendió por varias horas, afectando a la mayoría de los hogares y negocios. El corte de suministro eléctrico, que comenzó alrededor del mediodía, generó una oleada de incidencias que fueron atendidas diligentemente por la Policía Local y los Bomberos, quienes gestionaron más de 200 avisos en total.
A pesar de la magnitud del apagón, que afectó a gran parte del territorio nacional, en Albacete no se reportaron incidentes de gravedad. Los servicios esenciales, como hospitales, fueron monitorizados de cerca por la Policía Nacional para garantizar su funcionamiento. Asimismo, se distribuyeron miles de litros de gas-oil a centros públicos para mantener operativos los generadores eléctricos.

El alcalde de Albacete, Manuel Serrano, destacó la rápida y profesional actuación de los servicios de emergencia, incluyendo la Policía Local, Bomberos, Protección Civil y trabajadores municipales, quienes trabajaron incansablemente para restablecer la normalidad. Gracias a su esfuerzo coordinado, el transporte público, la recogida de basuras y la limpieza viaria pudieron mantenerse operativos durante el apagón.
Durante la noche del lunes y la madrugada del martes, el suministro eléctrico se fue recuperando progresivamente en la ciudad. Para la mañana del martes 29 de abril, la mayoría de los servicios y actividades municipales funcionaban con normalidad, incluyendo escuelas municipales, centros socioculturales, el albergue, centros de mayores, instalaciones deportivas y mercados.

No obstante, debido a la persistencia de problemas eléctricos en la región, el Gobierno de Castilla-La Mancha decidió mantener la suspensión de las clases y la actividad sanitaria programada para el martes.
Como curiosidad y en contraposición a la situación general en Albacete, la localidad de Pozo Lorente, también en la provincia, experimentó un corte de luz de tan solo media hora gracias a la rápida activación de un generador de gran potencia.

Este apagón sin precedentes puso a prueba la capacidad de respuesta de la ciudad de Albacete y evidenció la importancia de la coordinación entre los diferentes servicios para mitigar las consecuencias de este tipo de incidentes.